Todos en algún momento clamamos «necesitar unas vacaciones» y puede ser así de una manera casi literal. El descanso y las vacaciones pueden proporcionarnos grandes beneficios para la salud.
Las vacaciones pueden definirse como el tiempo de descanso para el ocio que necesitan todas las personas para recuperarse, tanto física como psíquicamente de sus labores de trabajo o estudio. Las vacaciones son un derecho en muchos países para que los trabajadores cuenten con un lapso prolongado e ininterrumpido para relajarse y cuidar su salud.
Durante el lapso vacacional se espera que los empleados puedan descansar y fortalecer su integración familiar, sin la presión del trabajo. Se supone que en las vacaciones se liberan del cumplimiento de tareas y del horario; así como de otras tensiones propias de la actividad laboral.
En ese sentido, las vacaciones y el tiempo de esparcimiento, es necesario para mantener la salud, ya que las personas requieren de asuetos para desconectarse de su rol laboral y evitar enfermedades laborales que se presentan por exceso de trabajo, ansiedad, preocupaciones y ambientes y rutinas laborales estresantes.
Durante las vacaciones el cuerpo se relaja y la mente se distancie de compromisos laborales, lo que ayuda a mantener la salud y aumentar la productividad, ya que al vacacionar se recargan energías, se proyectan nuevas metas y se aumenta la creatividad, porque las personas están relajadas y han aprovechado tiempo de calidad consigo y sus seres queridos.
Al contrario, las personas que no toman vacaciones, o se cargan de labores durante el lapso vacacional, suelen presentar más estrés, depresión, problemas cardiovasculares y dificultades para conciliar el sueño; entre otros malestares, que se revierten en enfermedades, faltas o baja calidad en el trabajo y la salud a corto, mediano o largo plazo.
La ciencia aplicada a los derechos laborales ha comprobado año tras año y en casi todos los países, que las vacaciones generan beneficios para la salud y reducen de forma significativa, los riesgos de sufrir enfermedades.
Tomar tiempo para la diversión, conocer lugares nuevos y vivir novedosas experiencias, aportan bienestar para el cuerpo y la mente, gracias a que las vacaciones enriquecen la vida, porque permiten alejarse de las rutinas y dedicar tiempo a viajar, cuidarse, descansar o hacer lo que más gusta y las personas recargan su energía.
Durante las vacaciones baja la hormona del estrés, es decir el nivel del cortisol llega a un nivel adecuado en el cuerpo y favorece la calidad del sueño, lo que aumenta la memoria. Los altos niveles de cortisol aumentan el estrés y generan consecuencias negativas para la salud. Teniendo esto en cuenta, puede resultar muy positiva la posibilidad de hospedarse en alojamientos de alta privacidad.
El descanso y las actividades de ocio, logran que la mente se distraiga y produzca pensamientos positivos que ayudan a mantener la salud mental y el equilibrio emocional. Los trabajadores que vacacionan tienen menos riesgos de padecer enfermedades mentales y físicas.
Las vacaciones disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ya que generan condiciones positivas para que se baje el riesgo de sufrir del síndrome metabólico. Los días de descanso ayudan a tener una larga vida sin enfermedades cardiovasculares.
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